Nicholas
Carr ha tenido el acierto de proponer un título interesante a su
reciente libro dedicado al impacto que las nuevas tecnologías están provocando en
nuestras mentes y, en especial, -apunto a modo personal- en las mentes y en el
proceso de aprendizaje de los niños. El libro es interesante aunque lo
considero reiterativo en sus propuestas. El título en cuestión: Superficiales:
¿qué está haciendo internet con nuestras mentes?
Continuando
con las reflexiones de un Post anterior -Sugata Mitra, Vigotsky y la reforma
educativa- quisiera aportar nuevos argumentos que sirvieran para avanzar en
la única dirección que creo posible: proponer una necesaria reforma educativa
que tenga en cuenta que los niños del siglo XXI viven un nuevo paradigma
cognitivo. El que se utiliza en la escuela, está obsoleto.
¿Influyen
las nuevas Tecnologías en nuestra mente? Simplificando la cuestión, podríamos
afirmar que hay tres tesis en los mentideros científicos en este momento: las
tesis instrumentalistas, las tesis deterministas y las tesis condicionalistas.
Una breve descripción sobre las mismas, aportará luz a la cuestión.
Las tesis
instrumentalistas sostienen que las herramientas tecnológicas no
influyen en nuestra mente. No dejan poso ni señal en nuestro cerebro. Son meros
medios que se utilizan para que consigamos nuestros fines propuestos.
Quiero
ir a tal sitio de Madrid. Puedo hacerlo en coche, en metro, autobús, tren, etc.
Finalmente decido hacerlo andando. Tengo un objetivo: ir a tal dirección. Poseo
varios medios para hacerlo; son meros instrumentos que me harán ganar tiempo,
ahorrar dinero o cualquier otro asunto posible. Pero no parece que ir en metro
o en autobús vaya a suponer un cambio sustancial en mi ser. El ejemplo no es
muy adecuado pero si es gráfico para explicar esta tesis.
Las tesis
deterministas se sitúan en las antípodas de la anterior. Las
herramientas tecnológicas modifican y modelan nuestra manera de pensar. No son
meros medios para conseguir fines ya que hacen que los fines se vean alterados
por el medio utilizado.
Un joven
chatea con su ordenador. Lo hace a una velocidad de vértigo al mismo tiempo que
es capaz de mantener múltiples conversaciones a la vez. Nuestro joven tiene una
finalidad, comunicarse con sus amigos; sin embargo, el medio utilizado –la tecnología-
están influyendo en la esencia de cómo se comunica y, por tanto, en su ser.
Las
tesis condicionalistas exploran el
camino intermedio. Ciertamente, me condiciona ir en tren o chatear por Facebook
ya que no es lo mismo que ir andando disfrutando del paisaje o quedar con los
amigos para hablar con ellos cara a cara. Pero eso no me hace de otra manera ni
me cambia por dentro. Esto, a modo sencillo, es lo que sostiene esta tesis conciliadora.
Considero
un logro reflexivo poder situar todas las posibles implicaciones de este
complejo tema en tres posibilidades. Acotar el campo de influencia de las
Nuevas Tecnologías es el primer paso para poder proseguir con la cuestión.
Ahora
bien, ¿cuál de las tres tesis es la más plausible? Seguiremos.
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