Comparto
la descripción que Howard Gardner (Psicólogo Cognitivo de Harvard y Premio
Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2011) realiza sobre nuestro mundo
global. Resumiría la misma con la palabra movimiento.
El movimiento
de capitales que nos hace girar en nuestra concepción sobre la economía y
su problemática. El problema no es si hay dinero sino dónde está. La actividad
económica se asemeja a un electrón con su capacidad de estar y no estar al mismo
tiempo.
El movimiento
de las personas que nos hace cambiar nuestros hábitos sedentarios para
volver a una época de nómadas que suponíamos superada.
El movimiento
de la información que, en su abundancia y rapidez al golpe de un click, nos
arroja a la necesidad de tener que renovar nuestra formación a diario. Lo nuevo
es viejo en cinco minutos.
El movimiento
de la cultura que homogeniza a un adulto con un adolescente o a un asiático
con un norteamericano conjugando todo esto con la aparente contradicción de
defender, a ultranza, la identidad de la patria chica. Todos vemos la misma película
pero la plaza de mi pueblo es única y la mejor.
Este
es el mundo que tenemos y el que nos espera acrecentándose la aceleración de
los mencionados movimientos. Y, nuevamente, con Gardner conviene señalar en
este punto la contradicción de nuestro sistema educativo: La educación
formal, tal como hoy la conocemos, aún sigue preparando a los estudiantes para
el mundo del pasado y no para los mundos posibles del futuro (Gardner, Cfr. Las
cinco mentes del futuro, Paidos)
La
propuesta de estas cinco mentes –mente disciplinada, mente sintética, mente
creativa, mente respetuosa y mente ética- que se deben desarrollar en todo
proceso educativo y de aprendizaje suponen una revolución necesaria si no
queremos seguir formando generaciones que no comprenderán el mundo que nos
envuelve y que no sabrán que hacer con él.
Quien
no domine varias disciplinas irá al paro o se le asignarán tareas que nadie
quiere (mente disciplinada)
Quien
no posea capacidad de síntesis no sabrá que hacer con las montañas de
información que, a diario, nos ofrecen las Nuevas Tecnologías. Si no sabes que
hacer, otros decidirán por ti.
Quien
no posea capacidad creativa, será sustituido por una máquina. Es más barata
y no se queja.
Quien
no sea respetuoso, contamina el ambiente de trabajo y todos lo evitarán. Vamos
hacia el trabajo cooperativo a marchas forzadas. El individualista molesto se
quedará en casa cobrando el paro hasta que se le acabe.
Quien
no posea una propuesta ética será mirado como extraño en un mundo
que va a necesitar como el comer o el beber fiarse de quienes nos rodeen.
En próximos
Posts, desarrollaré, en lo posible, una crítica a estas cinco mentes propuestas
por nuestro psicólogo cognitivo.
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