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jueves, 5 de abril de 2012

Náufrago: El cine como lenguaje

Robert Zemeckis es un consagrado director de cine. Películas como Forrest Gump, protagonizada también por Tom Hanks, dan muestra de su valía y talento cinematográfico. Con Náufrago, como veremos arriesgada apuesta, confirma su buen momento creativo después de la desafortunada Lo que la verdad esconde, ridículo intento de película de suspense.

Que la apuesta es arriesgada es fácil de comprender. Casi dos horas y media de película con, prácticamente un solo personaje, puede asustar a cualquier espectador. Pensar en la situación, induce a concluir que uno se aburrirá viendo la película.

En Náufrago, el cine se muestra realmente como lenguaje y Zemeckis lo consigue. Porque, de entrada, la película no aburre. El espectador se involucra en la desgracia del protagonista; con ese Chuck que lucha contra el frío, el hambre, inciertos peligros y la absoluta soledad en la que se ve envuelto.

Borda en todas esas situaciones, y en muchas más que surgen, los diversos planos y encuadre con la cámara. El accidente de avión lo vivimos, literalmente, con el protagonista. Chuck en su soledad, recurre a una pelota como compañero de fatigas. Pero, más bien, la pelota ha sido puesta con toda la intención por el director. No hay personajes, no hay diálogos posibles. La pelota es un recurso cinematográfico de gran altura. Los recuerdos que se vuelven de continuo hacia Nelly, una caja que no es abierta; en esa isla no pasa nada pero pasa de todo.

Hanks está soberbio en su trabajo. Tiene su mérito porque el espectador no se cansa de tanto protagonista único y por todas partes. Parte del éxito es que interpreta con humildad; no se supravalora así mismo en un papel de lucimiento que desearía cualquier actor. Su precio físico le costó. Tuvo que adelgazar veinte quilos para dar vida al personaje.

Como curiosidad, aportar que la película se rodó siguiendo el orden cronológico de la historia. En cuanto a la historia, esto no aporta nada; pero, en cuanto a la dirección, dice mucho de la seguridad del director en el producto que está creando. Zemeckis sabe emocionar y entretener con historias con personajes bien definidos que nos envuelven en sus grandezas y miserias. A veces, se olvida que este es el secreto del buen cine.

La música no se concibe como elemento potenciador de la película. Surge de manera ocasional. El silencio, los ruidos, son la verdadera banda sonora de la película lo que consigue dar más veracidad a la historia.


Ficha Técnica

Director: Robert Zemeckis. Intérpretes: Tom Hanks (Chuck Noland), Helen Hunt (Kelly Frears), Nick Searcy (Stan), Christopher Noth (Jerry Lovett), Lari White (Bettina Peterson), Geoffrey Blake (Maynard Graham), Jennifer Lewis (Becca Twig), David Allen Brooks (Dick Peterson). País: Estados Unidos. Año: 2000. Producción: Tom Hanks, Jack Rapke, Steve Starkey y Robert Zemeckis, para DreamWorks y Fox. Guión: William Broyles. Música: Alan Silvestri. Fotografía: Don Burgess. Dirección artística: Rick Carter. Montaje: Arthur Schmidt. Duración: 143 minutos. Género: Drama. Premios principales: Nominación a los Oscar 2000 a Mejor Actor (Tom Hanks) y a Mejor Sonido. Globo de Oro 2001 a Mejor Actor (Tom Hanks).

1 comentario:

  1. tienes toda la razón, yo estuve a punto de alquilar una mas animada, pero era evidente que iba a ser un peliculón, aunque la apuesta era arriesgada jeje, después no defraudo.

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