Siguiendo
las propuestas de Howard Gardner y sus tesis sobre las cinco
mentes del futuro, gloso el siguiente decálogo -de elaboración propia-
manteniendo la argumentación básica del mencionado psicólogo norteamericano.
Las
mentes brillantes se forman en las casas y en las escuelas. Eso es obvio. No lo
es tanto cómo hacerlo. Los esquemas del pasado son inválidos en un mundo que es
diferente de un día para otro.
Las
escuelas forman para la vida pero siguen usando esquemas de “producción”
propios de la revolución industrial. Imposible formar así a alumnos para el
futuro con sistemas caducos. Igual de absurdo está siendo introducir, por
activa y por pasiva, las Nuevas Tecnologías para hacer más de lo mismo. El
problema de la enseñanza no es de metodologías sino de paradigmas.
Igual
de dañina es la tendencia de convertir los hogares en hoteles. Así, el calor de
hogar se esfuma y los hijos, llenos de comodidades, pierden la brújula del
esfuerzo para, más tarde, perder la del cariño.
La
lógica del cariño no es como se piensa en esta sociedad de mensajes cortos,
sensibleros y sin contenido. Se quiere a la gente por la que se hacen cosas y
no, necesariamente, por quién las haga para ti. Los hijos quieren más a sus
padres cuando pueden hacer cosas por ellos. Nos empeñamos en hacerlo al revés.
Hacerlo todo por ellos y que ellos no hagan nada.
Esta
propuesta quizás sirva para encauzar esa sangría educativa y familiar. Cambio de paradigma
educativo para las escuelas y cambio de sentimentalismos para las familias.
1
Educar en el respeto. Se consigue pidiendo responsabilidades cuando éste se
pierde. Lo demás es perderse en terapias de motivaciones que lo único que
consiguen es eternizar los problemas. Una escuela que no exige respeto, es una
escuela podrida. Una familia que no exige respeto, es una familia desunida.
2
Sin respeto, es imposible enseñar. La
motivación en estas cuestiones debe sustituirse por corregir al que se
equivoca. Y, como dice Gardner sin medias tintas, al que no respete y no quiera
cambiar, hay que separarlo del grupo y rechazarlo. En cómo hacerlo, es dónde
hay que invertir tiempo.
3 La
mejor manera de educar en el respeto y propiciar metas conjuntas para todo el
grupo: una clase o una familia. Cuando se lucha en compañía por un mismo
objetivo, surge lo que une. La escuela es individualista. Los hijos deben sacar
su casa adelante. Decir que la única obligación de un hijo es estudiar es
sembrar su fracaso.
4
Las mentes brillantes son mentes disciplinadas. Disciplina, aquí, no significa
ser constantes y ordenados. La mente disciplina contextualiza el saber. El no
disciplinado, sólo memoriza en el mejor de los casos.
5 El
sistema educativo debe cambiar los modelos de exámenes. Estos, en la
actualidad, son exclusivamente memorísticos. En las universidades, para colmo,
suelen ser tipo test porque se corrigen antes. Las asociaciones de padres algún
día entrarán en estas cuestiones. Tiempo al tiempo.
6
Cultivar una mente sintética o sucumbir ante las toneladas de información que
nos proporcionan las Nuevas Tecnologías. La mente sintética es la única capaz
de realizar un todo coherente y unificado de ingentes cantidades de
información. En Post sobre la mente sintética se ofrecen pistas de cómo
educarla.
7 La
sociedad nos obligará a ser creativos. Si no, tarde o temprano, nuestro trabajo
será realizado por una máquina. Decir que debemos reciclarnos es asumir que no
comprendemos el mundo en el que vivimos. Se reciclan los objetos. Las personas,
tenemos que ganar en capacidad creativa.
8
Erramos con las aficiones que propiciamos en los hijos y en los alumnos.
Pianistas famosos o futbolistas mediáticos multimillonario hay pocos. Hay
aficiones que fomentan la creatividad. Hay que ir a por ellas. (Ver Post sobre
la cuestión)
9 La
mente ética será la casilla de salida para incorporarse al mercado laboral y
para poder formar parte de un grupo familiar o de amistad. Las personas sin
principios serán evitadas. Nadie se fía de nadie. Si no se fían de ti, te
quedarás muy solo.
10 La
mente ética se cultiva cuando formamos a personas que comprenda que lo útil es
lo constructivo. Es decir, si lo que haces sólo es útil para ti perderás todo
criterio ético. Es cuestión de tiempo que eso ocurra.
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