La
evolución histórica de los superhéroes es sintomática. De los legendarios Robin
Hood o El Zorro hasta Batman, estos salvadores no han tenido más
remedio que adaptarse a las circunstancias sociales en la que desarrollaron sus
peripecias.
Los
primeros, no poseían superpoderes. Con su gran catadura moral y su pericia en
el cuerpo a cuerpo les bastaba para dar a los pobres lo suyo. Robin Hood
o El Zorro luchaban contra un orden social opresor en su esencia. Nadie
representaba al pueblo.
El
advenimiento de la democracia, jubila a este tipo de superhéroes. La
sociedad se representa a sí misma y vela por sus propios intereses. La sociedad
democrática es salvadora de sí misma.
Podríamos
decir que los superhéroes reconocen al instante esa nueva situación social. Un
superhéroe en una sociedad democrática sería un burdo dictador. Por eso, se
retiran. Su papel ya no es necesario.
¿Por
qué necesitan los nuevos superhéroes superpoderes? Porque el enemigo a
batir ya no es el orden social imperante. Los nuevos enemigos se sitúan al
margen de la sociedad usando el progreso técnico para esclavizar a los
ciudadanos. Si no hay superpoderes, la democracia peligra.
Difícil
equilibrio entre democracia e intervenir con esos poderes para recuperar la
paz social. De nuevo, se repite una constante en estos nuevos superhéroes -como
en los clásicos- para salvaguardar ese equilibrio. Batman o Spiderman
son decentes.
Sin
duda, Superman es el auténtico superhéroe. El monólogo final de Kill
Bill (2) lo explica magistralmente. Peter Parker tiene que ponerse un
traje para ser Spiderman. Superman tiene que ponerse el traje de Clark
Kent para disimular que es el superhéroe deseado. Es el disfraz que
Superman utiliza para integrarse entre nosotros.
¿Y
cuáles son las características de Clark Kent? Es débil, inseguro.
Es un cobarde. Clark Kent es la crítica de Superman a toda
la raza humana.
Con esta
última afirmación del citado monólogo no estoy de acuerdo. No considero que Clark
Kent sea un cobarde. Simplemente sabe que debe disimular para que nadie
sepa que él es Superman. Un superhéroe no necesita el reconocimiento público.
Trabaja en la sombra y sin necesidad de cámaras.
Clark
Kent quizás sea, finalmente, el verdadero superhéroe. Usa sus
poderes cuando es necesario, en la misma dirección que la ley y cuando la
sociedad democrática así se lo pide. Mientras, es feliz con sus horribles gafas
y sus tristes trajes de chaqueta.
Un
superhéroe que actuara en pleno siglo XXI con los superpoderes del robo
y la amenaza, como arma redentora, no sería un superhéroe. Si Clark Kent
hiciera eso, Superman no tendría sentido.
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